IMAGINACIÓN ERÓTICA

CÓMO USAR TUS FANTASÍAS PARA POTENCIAR

TU EDUCACIÓN SEXUAL - Julio 2025

¿Qué son las fantasías sexuales?

Las fantasías sexuales son imágenes o historias que creamos en la mente para sentir placer, curiosidad o conexión. Igual que consultamos una receta para inspirarnos en la cocina, usamos la imaginación para explorar nuevas sensaciones antes de “probar el plato”.

“Pensar en una escena erótica no significa que la vayamos a llevar a la práctica; sirve sobre todo para conocernos mejor y enriquecer nuestra vida íntima.”

Beneficios educativos de fantasear

👉Aprendizaje sensorial combinado (tocar para imaginar):

• Llévalo a tu práctica: reúne varios materiales con distintas texturas (seda, terciopelo, plumas, hielo envuelto en tela…). Primero tócalos con los ojos cerrados; luego cierra los ojos de nuevo e imagina una caricia erótica basada en esa misma sensación.

• Ventaja: así tu cuerpo “aprende” a asociar esa textura real con excitación, y luego podrás evocar la misma sensación mentalmente, incluso sin los objetos.

👉Olores que despiertan la imaginación:

•  Ingredientes caseros: utiliza cosas que tengas en la cocina o en tu despensa, por ejemplo:

• Café molido o granos de café.

• Canela en rama.

• Cáscaras de cítricos (limón, naranja).

• Hierbabuena o menta fresca.

• Chocolate puro en tableta o cacao en polvo.

• Pan recién horneado.

• Vainilla líquida (un chorrito de extracto que venden en supermercados).

• Cómo practicar:

• Acércalo a la nariz y respira lentamente: presta atención a lo que notas primero (frescura, calidez, dulzor…).

• Cierra los ojos y asocia ese olor a una escena íntima: por ejemplo, un masaje en una cocina llena de vainilla y canela, o un encuentro en un café lleno de aroma a espresso.

• Resultado: al trabajar con aromas habituales, tu imaginación dispone de un “laboratorio” siempre al alcance.

👉Reducción de inseguridades: tu “currículum sexual”:

Al igual que, al conocer a alguien nuevo, repasas su currículum de manera sutil para entender su experiencia y habilidades, ¿por qué no hacer lo mismo con la sexualidad? piensa en ello como una charla breve, clara y respetuosa, no en un interrogatorio ni en un listado frío.

• Lo que disfrutas: me encanta la sensación de roce suave en la nuca, que luego me haga cosquillas y me despierte una sonrisa.

• Lo que no aceptas: sabes que no me siento cómoda con juegos que impliquen dolor intenso o escenas demasiado agresivas.

• Tus curiosidades pendientes: siempre me ha intrigado la idea de un masaje con aceite de vainilla encendida a la luz de velas… pero todavía no me atrevo.

• Tus límites íntimos: me da un poquito de vergüenza, pero prefiero no compartir fantasías donde aparezca otra persona sin tu consentimiento.

Pautas para convertir el diálogo en un espacio seguro:

• Tono cercano y relajado: empieza con algo suave: ¿te importaría si te cuento algo que me gustaría probar algún día?

• Pregunta abierta: y a ti, ¿qué te llama la atención o te gustaría probar?

• Reconoce tu nerviosismo: se me hace un poco raro decirlo en voz alta, pero confío en ti y quiero compartirlo.

• Respeto mutuo: no quiero que te sientas presionado/a. Está bien si prefieres guardarte algo para ti, somos libres de compartir sólo lo que queramos.

• Cierre positivo: gracias por escucharme. Me ha gustado poder hablar así contigo.

Así, tu currículum sexual deja de ser una lista rígida para convertirse en una conversación fluida, donde te escuchan y te aceptan tal como eres.

👉Descubrimiento de preferencias: las fantasías actúan como una brújula: te señalan si te gusta más la mirada intensa, el roce lento o los susurros al oído. Presta atención a lo que aparece en tu mente y anótalo: así sabrás qué ingredientes incluir cuando te apetezca pasar de la imaginación a la realidad.

👉Comunicación clara: compartir lo que nos imaginamos ayuda a dialogar con la pareja sobre gustos y límites, creando un vínculo de confianza. No hace falta un discurso sofisticado: decir “Me encanta cuando me miras así” o “Me gustaría que me hablaras al oído” es suficiente para que la otra persona entienda tus gustos y límites. Hablar de lo que imaginas fortalece la complicidad y evita malentendidos.

👉Entrena tu confianza en privado: practicar mentalmente nuevas posturas o juegos eróticos refuerza la seguridad antes de probarlos en la realidad.

Cómo integrar la fantasía en tu aprendizaje sexual

👉Ejercicio de “Diario Erótico” 

Cada día, apunta en un cuaderno (o en tu móvil) una escena que te haya venido a la mente: dónde estabas, qué sentías (calor, cosquilleo, tensión…) y qué emoción te recorrió (curiosidad, deseo, ternura). 

👉“Taller de Imaginación” en pareja

• Escoge una fantasía corta: describe en primera persona algo concreto, por ejemplo: estoy recostada en la cama, siento la sábana fría rozar mi espalda mientras él susurra mi nombre al oído.

• Tu pareja escucha sin interrumpir, prestando atención a las palabras que usas (“frío”, “susurro”, “piel” …) y cómo te hacen sentir.

• Invertid los roles: ahora él/ella lee su fantasía y tú escuchas.

• Comparad palabras: hablad de qué términos nuevos habéis descubierto (“rozar”, “susurrar”, “temblor”) y anotad los que más os gusten.

Así vais creando un pequeño “diccionario erótico” personal que os sirve para expresaros con más claridad y conectar mejor.

👉Mapa de Deseos

Dibuja o anota una “ruta” de estímulos (caricias suaves, palabras al oído, juegos de roles, masajes con aceite…) ordenados por intensidad. Úsala como guía para saber por dónde empezar y cómo subir gradualmente la intensidad.

Técnicas de apoyo

👉Focalización sensorial

Concéntrate en una parte del cuerpo (labios, pecho, espalda) y describe mentalmente su sensación: temperatura, presión, roce. Esto fortalece la conexión mente-cuerpo antes de añadir fantasía.

👉Kegel + Visualización

Al contraer el suelo pélvico, imagina cómo esa fuerza interna se traduce en una escena erótica (por ejemplo, sentir calor al ritmo de tu respiración).

👉Juego de roles

Prepara un guion breve (3–4 frases) que introduzca a los participantes en una historia (profesora/alumno, exploradores, etc.). Escribe solo los diálogos clave y practícalos primero en la imaginación, luego en voz alta si os apetece.

Llamada a la acción

Prueba hoy el “Reto de 5 Minutos de Imaginación”: siéntate en un lugar cómodo y dedica cinco minutos a describir mentalmente una escena que te intrigue. Anótala y, si te apetece, compártela en comentarios usando: #RetoEstimología