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FILTRITIS

17 de Marzo 2022


EL OBSESIVO MUNDO DE LOS FILTROS


En el 2017 muchos países se unieron a la ley que obligaba a influencers y a modelos el deber de publicar en sus fotos el uso de Photoshop. Cada vez más países prohíben el uso de esta herramienta, si no queda constancia en la foto de su utilización. Es una forma de protección a nuestros jóvenes y no tan jóvenes, demostrándoles que la perfección no existe ni en sus ídolos. Ellos y ellas también tienen ojeras, poros en la piel, celulitis, grasa, e incluso algun@s no tienen ni trasero y no pasa nada. No por ello dejan de ser guapo@s.


EL ÚNICO ROSTRO DE LA BELLEZA DIGITAL

Ahora aparece otro problema mucho más grave. Con los filtros de Instagram y Snapchat estamos servidos. Como dice la periodista Jia Torentino ahora hay un solo rostro, el cyborgiano donde los pómulos, nariz, pestañas, labios, ojos y piel son comunes en tod@s.

La belleza digital ha pasado de ser una diversión para convertirse en una obsesión. El antifaz que esconde nuestra realidad también esconde nuestros miedos, nuestra no aceptación y lo que es peor, agrava los ya existentes problemas de una baja autoestima que tanto padece nuestra sociedad actual.

Hemos creado un mundo tan excesivamente materialista y consumista de la perfección, que lo imaginario tiene más peso que la realidad.



LA DICTADURA DE LA IMAGEN

Como decía María Paz Blanco, estamos ante la dictadura de la imagen. Debemos recuperar las claves esenciales del amor propio. Aprender a encontrar lo perfecto en lo imperfecto y lo más importante, amarnos tal cual somos abrazando todo aquello q nos hace únic@s.

Deberíamos recordar que somos auténtic@s, únic@s, exclusiv@s e irrepetibles, y no caer en ser clones de lo artificial que desvirtúa nuestra verdadera esencia.

El juego de cambiar nuestra imagen en tiempo real ya no afecta solo a nuestro rostro, sino también a nuestro cuerpo. Puedes ser más alto, más delgado, con más o menos curvas y con solo darle un click a la foto, subirla a la aplicación que te permite hacer de tu imagen una mentira para colgar en las redes.

Se está llegando a tal punto, que mucha más gente de la que creemos no puede subir su imagen a una red social sin antes pasarla por un filtro. Este trastorno dismórfico de la belleza ha dado lugar a una demanda de los servicios de psicología por la no aceptación, y por otro lado, a la de cirujan@s plástic@s. A est@s últimos les piden lo imposible, obtener la misma imagen que el filtro les proporciona. En definitiva, estamos ante un problema de salud mental que muy pocos parecen darse cuenta. O nos ponemos manos a la obra (no solo poniendo límites a influencers y modelos), o con la aparición del metaverso donde realidad y virtualidad se funden, va a crear aun mas estragos en lo que concierne a la imagen de un@ mism@.

KITS DE AUTOESTIMA

Aquí van algunos TIPS para contrarrestar lo expuesto en este articulo:

  • Seguir a aquellas marcas que han sabido reaccionar desmarcándose de esta enfermiza obsesión por la eterna juventud, siendo también imagen de sus campañas mujeres reales y de más de 65 años.

  • Seguir al movimiento “body positive”.

  • Descargarse el kit de confianza creado por la marca Dove.

  • Subirte a la era #FilterDrop y #NoFilter

  • Seguir la cuenta de Instagram que destapa las mentiras @bellezafalsa

  • Escuchar el discurso de Emma Thomson “A las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos”.



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